miércoles, 2 de mayo de 2018

Comentario de un mapa. Tasa de natalidad por Comunidades Autónomas.


1.- Tipo de mapa: Se trata de un mapa de coropletas, en el que las distintas tramas nos aportan proporcionalmente los datos de las tasas de natalidad de las Comunidades Autónomas españolas en el año 2014. Emplea cuatro tramas, 2 de las CCAA que se encuentran por debajo de la media (9,1%) y dos de las situadas por encima, con colores fucsia de diferente graduación, en función de mayor o menor. A cada Comunidad se le asigna su tanto por mil, por lo que a través de ellos podemos comparar los distintos datos concretos de todas ellas.
 La tasa de natalidad  pone en relación  el número de nacidos vivos en un año y el total de la población en ese mismo año, expresada en tantos por mil.
2.- Comentario de la natalidad por C.A.
En el mapa se pueden apreciar comunidades con una tasa de natalidad por debajo de la media (Galicia, Asturias, Cantabria, Castilla y León, País Vasco, La Rioja, Aragón, Comunidad Valenciana, Castilla La Mancha, Extremadura y Canarias) y aquellas con un mayor dinamismo demográfico, que se sitúan por encima (Navarra, Cataluña, Madrid, Murcia, Andalucía, Baleares, Ceuta y Melilla).
De lo anterior podemos hacer una división entre unas CCAA que tienen un menor dinamismo demográfico, las del noroeste y el interior peninsular (exceptuando Madrid). CCAA que suelen coincidir con aquellas que presentan altas tasas de mortalidad y bajas tasas de crecimiento vegetativo. Y otras que presentan mayor dinamismo y tasas más altas de natalidad, que serían las zonas del sur y el este, a las que se añadiría Madrid, con características inversas a las antedichas.

3.- Interpretación.
Las áreas descritas, se insertan en la realidad de una estructura demográfica envejecida, como es la de España en 2014. Sin embargo, podemos distinguir entre un área que catalogaremos como relativamente menos envejecida y otra  muy envejecida.
Desde 1975 España presenta las características de un Régimen Demográfico Moderno, que se caracteriza por un bajo crecimiento natural y bajas tasas de natalidad y mortalidad. A nivel general, los factores que explican la caída de la natalidad son la crisis de 1975 (por el paro y el retrasó la edad de matrimonio) y la precariedad y alto precio de la vivienda desde 1980; el cambio de mentalidad en la democracia (incorporación de la mujer al mercado laboral); la difusión de los anticonceptivos, la disminución de la religiosidad, el aumento del nivel de vida, que llevó consigo un aumento de las necesidades y el consumo, y los cambios culturales donde se valora más la importancia de la formación y cuidados de la infancia. La natalidad se recuperó ligeramente entre 1998 y 2008, aunque volvió a descender hasta la actualidad, alcanzando mínimos históricos en 2016.
Si entramos a comentar las dos realidades que nos presenta el mapa, a nivel general podemos afirmar que existen ciertos contrastes debidos a la diferente estructura por edades (porcentajes de jóvenes y ancianos), resultante de causas heredadas y actuales, relacionadas con factores socioeconómicos y de mentalidad, tales como la tradición natalista y migratoria, el dinamismo económico o la inmigración extranjera.
Comenzando por las CCAA con una estructura demográfica más dinámica, la mayor tasa de natalidad, la podemos atribuir a diferentes factores. Por un lado, aquellas zonas con un mayor dinamismo económico (Madrid, Navarra, Cataluña o Baleares) atraen emigrantes jóvenes del resto del país e inmigración extranjera. Por otro lado, están aquellas con un mayor peso del sector agrario, como Murcia o Andalucía, con dos implicaciones, una mayor tradición natalista (factor que también se da en Navarra, Ceuta y Melilla) y una fuerte presencia de trabajadores inmigrantes.
En ambos grupos la recepción de inmigrantes jóvenes colabora a aumentar la natalidad, al contar con una edad al matrimonio menor, mayor número de hijos por mujer y una tradición natalista más arraigada.
En el ámbito opuesto se situarían aquellas CCAA con menor dinamismo demográfico y tasas de natalidad más bajas, muchas de las cuales tienen un crecimiento natural inferior a la media española o negativo.  Motivo por el cual presentan una estructura demográfica muy envejecida. Entre las causas podemos destacar la larga tradición emigratoria (destacando Galicia y las del interior peninsular, con fuerte incidencia de la despoblación del medio rural), lo que las dejó desnatalizadas y envejecidas. El estancamiento económico y la prolongada incidencia de la crisis industrial de 1975 (en las provincias atlánticas de Galicia, Asturias, Cantabria y zonas con industrias maduras en reconversión). Motivos que a su vez, inciden en una menor recepción de inmigración extranjera, incluso durante el periodo de expansión económica previo a la crisis de 2008 (agravado por el descenso de las entradas de inmigrantes desde entonces).

4.- Consecuencias.
Las consecuencias de estas bajas tasas de natalidad se manifestarán en diversos campos. Si atendemos a las demográficas, asistiremos a un descenso general de la natalidad al contar con generaciones más pequeñas. Se profundizará un crecimiento vegetativo negativo y se agravarán los desequilibrios regionales.
La composición por edad de la población tenderá a envejecer, lo que a su vez redundará en problemas como mayores tasas de población anciana dependiente (con demandas de pensiones, sanidad, etc.). Como efecto colateral de lo anterior podremos ver una reducción del paro, aunque  también menores cotizantes para sostener las pensiones de una población envejecida. Además se reduce la capacidad de innovación de la sociedad.
Por tanto, España, y especialmente las CCAA con unas tasas más bajas de natalidad, deberán tomar medidas en todos los ámbitos para revertir esta situación.


Mapa de Tasa de paro (España 2017 )  en Conectandoeduca

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